10 de desembre 2009

Luis Arroyo y la Introducción a la Comunicación Política




La gente necesita un relato, fue una gran frase para empezar la clase del viernes, una clase de la que voy hacer el post en castellano, en honor a Luis Arroyo, no vaya a ser que le dé por visitar mi blog y no la entienda bien…
Muchas veces tenemos el problema de ser buenos en la estrategia pero luego fallamos en las tácticas y en cambio, en la derecha, suele ser al revés, y es una cosa que deberíamos tener en cuenta.
El mérito por el demérito ajeno, desde el punto de vista táctico es bueno en política, aunque no lo parezca, como con el “cuidado que viene la derecha” por ejemplo.
Hay una regla que suele cumplirse, la regla del 40, 40, 20; entre los votantes tenemos un 40% que ya se puede decir que están convencidos de antemano y siempre votan, otro 40% que se abstienen, no votan hagas lo que hagas y un 20% de gente que si las animas, se activan y votan.
También es importante no caer en el error de repetir siempre el mismo marco que el adversario.




Para una buena escenografía de las políticas públicas hay 24 consejos a seguir, a cual más importante:
1.       Necesitamos un relato corto, claro y persuasivo.
Una estrategia de comunicación, un relato ganador. La estrategia es realmente la historia, el relato, el proyecto, la misión…algo que podamos explicar en tan solo 20 ó 30 segundos, no es necesario más. Hemos de tener en cuenta que si no hay un relato, no hay política que impacte, hay sólo gestión.

2.       Hay dos grandes marcos dentro de los cuales se articula la mayoría de los relatos: el marco del padre estricto y el marco de los padres protectores.
·         El marco del padre estricto, dónde la autoridad viene de arriba. Es más la derecha.
·         El marco de los padres protectores, ver también las causas del problema y no sólo las consecuencias, es de más tolerancia e igualdad. Es más la izquierda.

3.       La estrategia debe apelar a los valores.
Hemos de jugar la política en el mercado de las emociones más que en el de las razones. Nuestro relato siempre ha de estar movido por valores.
1.       Planteamiento del problema
2.       Luego o mientras, has de hacer una escucha sobre el problema y visualizar el proceso de escucha
3.       Propones la solución y das el golpe
4.       Implantación y tramitación de la solución.
5.       Evaluación de la medida implantada

4.       Es necesario escenificar el relato de forma continuada.
Son importantes los trucos de las palabras para explicar las historias. Una vez decidido el relato y conocido bien el guión, definimos la trama y así la podemos hacer fácil de entender por el público.

5.       Lo interesante prima sobre lo importante.
A veces la presión de lo interesante es muy alta y no debes caer en ella nunca. Las políticas públicas pegadas a la vida de la gente son más eficaces que las rimbombantes.

6.       Pensemos en el largo plazo.
La gente ve la política bastante distante y eso no lo podemos olvidar. La política no actúa en espasmos y hemos de pensar siempre en el largo plazo, la gente necesita tiempo pues normalmente están metidos en sus asuntos. La gente responde a los estímulos de manera progresiva e incluso a veces predecible.

7.       Se recuerda a los gobernantes por una cosa o, como mucho, por dos o tres.
Se han de hacer iniciativas  cercanas a la gente y que les lleguen y pensemos en hacerles llegar las iniciativas esenciales. Has de concentrar el foco allí dónde la gente va a poner su atención. Si nos han de recordar por sólo una cosa, elijamos bien por cual queremos que nos recuerden y concentremos nuestro esfuerzo y capacidad en esa única cosa.

8.       Si no hay titular, no hay información.
Se han de preparar bien los titulares, busquemos siempre el corte del día, el mensaje del momento. Has de tener la capacidad de poner generar titulares poderosos porque el espacio en los medios es muy limitado y hemos de poder darles nosotros mismos ese titular del día, lo que va a lograr la atención de los medios.

9.       No conviene desviarse del mensaje.
Siempre nos hemos de mantener en el carril marcado y sin caer nunca en la tentación de salirnos. Enviemos un mensaje sólido al público desde el primer día y mantengámoslo hasta el final

10.   No debemos pensar en la pregunta, sino en el mensaje.
Y si algo no se debe responder pues no se responde. La prensa sólo busca su titular por eso hemos de tener “disciplina en el mensaje” decir lo que se quiere decir y no más. No olvidemos que no trabajamos para la prensa sino para los ciudadanos. Si te dedicas a contestar a todo, te estás metiendo en la minucia del día a día. Cuantas más hablas más malbaratas tus palabras, has de hacerte valer, cuidarte bien y dosificar muy bien la información que das.

11.   Nada obliga a asumir riesgos innecesarios.
Hemos de saber mantener la tensión política  con elegancia y sin correr riesgos, sino es que es imprescindible. Aunque el verdadero secreto es el equilibrio. Muchos políticos se someten a un frenesí de intervenciones y su presencia acaba por aburrir y su cargo se va devaluando. Es decir, ni mucho, ni poco, siempre hemos de salvaguardar la solemnidad del cargo.

12.   Hoy puede hacerse, realmente, comunicación de 360 grados.
Hoy se pueden usar todas y cada una de las herramientas que nos ofrece la comunicación actualmente y hemos de actuar de forma integral en todas, debiendo aprender a entender cada uno de los engranajes de la maquinaria.

13.   La televisión sigue siendo el medio prioritario, con mucha diferencia.
El político lee más la prensa escrita que ve la tele, pero el público en general es al revés, la gente de la calle se entera de lo que pasa básicamente por la televisión, con lo que no podemos olvidar que la televisión llega más y mejor que la prensa escrita, es más “blanca” pues capta audiencias más numerosas y el público suele decodificar bien las formas y el contenido.

14.   Hacer de la discrepancia con la prensa un asunto político no es rentable.
Si algún periodista te quiere mal, lo mejor es que pases de él. Nos hemos de adaptar a las dificultades. Los políticos y los periodistas se necesitan mutuamente pero desconfían siempre unos de los otros y por eso sus relaciones se enturbian con facilidad. No es inteligente hacer una política de enfrentamiento con la prensa. No olvidemos que son ellos, el final, los que deciden lo que es noticia y lo que no y como van a presentarla al público. Generalmente dará más problemas la prensa escrita porque siempre es más controvertida.

15.   Es necesario contar con un nombre y una definición atractivos.
Y antes de que le un nombre dáselo tu. Hay palabras que funcionan y otra no. Las palabras no describen la realidad sino que la construyen y eso es lo importante. Nombremos a nuestras iniciativas con un marco adecuado antes de que se lo den los otros.  Cuando queremos ignorar a alguien dejamos de nombrarlo.

16.   La gente corriente no entiende la diferencia entre mil millones y cien mil millones de euros.
Pongamos las cosas a la altura de la gente, que se entiendan, para que lo puedan comprender y aceptar. A la gente le gusta escuchar historias de gente.

17.   En situaciones de crisis no basta con hacer esfuerzos; los esfuerzos deben verse.
Siempre hay que estar, al político se le ha de ver y sobre todo ha de estar allí dónde ha pasado algo y más aún en épocas de crisis. La presencia simboliza de manera impecable el liderazgo (“rally round the flag”) . Pero siempre se debe tener mucho cuidado con la emoción, en esos momentos los líderes demuestran que son personas de verdad.

18.   Un titular negativo se cancela con otro positivo.
Siempre uno de positivo puede neutralizar a uno de negativo pero siempre que sea equivalente en importancia. Los ciudadanos pueden perdonar errores pero rara vez perdonan la arrogancia.

19.   Pedir perdón y reconocer errores no es síntoma de debilidad, sino de fuerza.
Salvo que estés siempre pidiendo perdón, es bueno pedirlo y si lo hacen, los ciudadanos suelen darles una segunda oportunidad.

20.   En muchos casos es bueno atacar y contrastar con el adversario.
Realmente el adversario se lo pensará dos veces la próxima vez si sus ataques son desmontados, no es cuestión de dejarle actuar impunemente. Además no olvidemos que siempre es más fácil frenar una información incorrecta cuando aún es sólo un teletipo.

21.   Los líderes influyen en las encuestas, no siempre las siguen.
Un líder audaz mirará las encuestas pero no para echarse atrás en sus decisiones sino para anticipar resistencias. Los malos líderes rebuscaran en las minucias de las encuestas. El líder ha de abrir caminos, no sólo seguir los trazados. Usemos el sentido común para buscar nuestro relato.

22.   La impostura se paga.
La mejor interpretación es la que no se nota, la mejor campaña es la que no se siente. El mejor político es el que siente lo que dice, el que más que decir, hace, y el que dice y hace lo que siente. Se ha de hacer una inteligente puesta en escena, defender unos valores y tener una solidez de principios y no disfrazarse de fuerte para parecer fuerte.

23.   “Temas” o “personalidad” es una dicotomía falsa
Un proyecto político combina un buen guión con unos buenos actores, un buen liderazgo con un buen programa, un carácter adecuado con unos temas sugerentes. No hay temas sin carácter ni carácter sin temas. Se han de elegir dos o tres temas en los que centrar la campaña y de ahí colgar los rasgos del carácter a reforzar.

24.   La prosa debe combinarse con la poesía.
Se hace campaña con poesía pero se gobierna con prosa. Uno no se degrada por ponerle pasión a las cosas sino al contrario. Tres elementos del buen liderazgo son; fuerza, confianza y cercanía. Se debe combinar con inteligencia “la prosa” (la fuerza)  con “la poesía” (la confianza y la cercanía).
Un buen compendio de buenos consejos para escenografíar las políticas públicas con cabeza y para saber hacer una buena “campaña permanente” y poder hacer nuestra mejor “representación” en el escenario político y poder destacar entre el resto del reparto.
Y un par de consejos más. No dejéis de visitar:
Y también os dejo una pequeña lista de algunos de los libros recomendados por Luis Arroyo:
No pienses en un elefante de George Lakoff
The political Mind, de George Lakoff
Tú eres el mensaje de Robert Ailes
Y yo añadiría otro,  Storytelling de Christian Salmón, en la línea de comunicar con historias, con relatos.